Cuadernos de

Medicina Forense

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Bibliofilia M�dicolegal

 


Alfonso Galnares Ysern

Acad�mico Numerario de la Real Academia de Medicina de Sevilla


 

El Curso Elemental de Medicina Legal de Valent� y Viv� se imprimi� en Barcelona en 1873, siendo el autor Profesor Encargado de la Asignatura de su Facultad de Medicina. El texto que est� dedicado a la exposici�n de sus lecciones de c�tedra, debi� de tener una gran difusi�n como lo demuestra el que el ejemplar que comentamos, perteneciente a la Biblioteca de la Real Academia de Sevilla, sea una segunda edici�n lo que en su tiempo sin ser ins�lito tampoco era frecuente. El objetivo docente de la redacci�n del texto se hace ostensible al ver como la exposici�n con orden y claridad de los criterios propios se antepone al alarde cultural, lo que no impide que se aprecie en el maestro su s�lida formaci�n medicolegal con preferencias de exhibici�n de citas de Orfila, Mata, Casper y Devergie. El concepto de la Medicina legal es tan amplio en opini�n del Profesor Valent�, lo que se traduce en su obra, como para situarla como una ciencia sociol�gica, m�dica (exigiendo ciencia y conciencia), jur�dica y de naturaleza esencialmente cr�ticofilos�fica.


El libro est� dividido en setenta y seis lecciones, de acuerdo con la importancia como asignatura que en el Siglo XIX Mata supo dar a la Medicina Legal inicialmente en la Universidad de Barcelona y que luego se extendi� al resto de Espa�a con una gran influencia en Hispanoam�rica, lo que supo mantener Valent� y Viv� hasta el punto de empezar sus lecciones explicando que los libros de Medicina Legal y Toxicolog�a son compa�eros inseparables de todo m�dico ilustrado y prudente. El libro est� redactado en un muy acertado estilo doctrinal y con el dato que entonces no estaba al uso de situar anotaciones en el margen libre de la p�gina, todo lo cual le da un aire de modernidad, aunque como es l�gico contenga criterios entonces vigentes como llamar a los g�rmenes infusorios o miasmas, admitir el orden de los fen�menos cadav�ricos dictados por Nysten, pensar en la posibilidad de la combusti�n o flagraci�n humana espont�nea (relacion�ndola con la posibilidad de la existencia de principios gaseosos carburantes en combusti�n alcoh�lica) y temer la realidad de inhumaciones prematuras (citando la estad�stica del franc�s Leguern de veintisiete enterrados vivos por a�o). En la redacci�n destaca el abundante uso de adjetivos calificativos, a nuestro juicio con evidente intencionalidad docente, de los que ponemos como ejemplos facilidad espantosa, muerte terrible, confusi�n reinante, fisonom�a con expresi�n horrorosa, asombroso cat�logo y lac�nica sencillez.


Las lecciones est�n agrupadas en cuatro partes sucesivamente dedicadas, seg�n la clasificaci�n al uso en su tiempo, a cuestiones generales y a las referentes al cad�ver, a las del sujeto vivo y el cad�ver y a las del sujeto vivo. De todas estas cuestiones por su visi�n criminal�stica destacan las referentes a la situaci�n del agresor y modos de empleo del arma, por su originalidad las dedicadas a la muerte por meteoros y a las quemaduras del cad�ver, por su extensi�n las explicativas de las docimasias y por la amplitud de visi�n de la Medicina Legal las que tratan de falsificaci�n de documentos, del secreto m�dico y de los estados de irresponsabilidad.


En la lectura del libro se aprecian rasgos propios de otra �poca como el considerar el suicidio como lamentable y digno de censura o siguiendo a Casper llamar intoxicaci�n negativa a la asfixia, pero tambi�n pueden observarse signos de lo que pudi�ramos llamar modernidad de lo que puede servir como ejemplo que ya entonces se dedicaba una lecci�n a datos estad�sticos.

 

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� 2010  Cuadernos de Medicina Forense

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