EDITORIAL
Una vez m�s queremos sostener desde estas p�ginas que, en el �mbito socio sanitario en el que toda la pr�ctica m�dico legal y m�dico forense se desenvuelve, el trabajo en equipo debe ser la f�rmula de ejercicio usual. No exagerar�a si dijera que aunar esfuerzos es la �nica manera de conseguir metas que voluntades individuales s�lo pueden intuir. Realizar estas afirmaciones, por lo dem�s tan evidentes, me hace sentir superficial, como si impartiese moralina, como cuando en el fragor de una discusi�n te das cuenta que realmente los interlocutores est�n convencidos y, desde hace rato, la insistencia en la argumentaci�n es innecesaria.
Pero recientemente, los que estamos "conectados entrerredes" y asiduamente seguimos las discusiones que en este foro se plantean, observamos con estupefacci�n c�mo se planteaba la conveniencia de la creaci�n de los Institutos de Medicina Legal y Forense, o lo que es lo mismo, la conveniencia de la organizaci�n y el trabajo en equipo (�la conveniencia de algo imprescindible?), curiosamente utilizando uno de los m�todos actuales que m�s aportan al principio de cohesi�n entre profesionales que propugnamos: Internet (Interred). Me resulta tan incongruente como cuando alguien ejercita los principios de libertad democr�tica para exponer sus ideas en contra de los mismos. De todo ello, deduzco que la idea de "Hacienda somos todos" no est� asentada en la generalidad de los profesionales o bien, imperan otros intereses ajenos al pragmatismo del buen funcionamiento de las instituciones y de la medicina legal y forense en general.
Por nuestra parte, Cuadernos de Medicina Forense, donde coincidimos profesionales de diferentes estamentos e instituciones, con humildad pero con orgullo, quiere ser un ejemplo de lo que defendemos. La fluidez en la direcci�n, la b�squeda de intereses comunes, las buenas relaciones del consejo asesor y por supuesto el trabajo realizado por los distintos autores, que nos han dado su confianza publicando en nuestras p�ginas, permite que trimestralmente podamos ofrecer a nuestros lectores un producto digno, una revista abierta a cualquier colaboraci�n, una revista cuyo fin y objetivo principal es el beneficio de sus lectores: comunicar y ser �til. Qu� duda cabe que hay cosas que mejorar, y en eso estamos, pero es un claro exponente de lo que puede suponer el trabajo en equipo en pro de un inter�s com�n, una vez dejadas de lado antiguas posturas que en nada ni a nadie benefician.
Fruto de nuestra preocupaci�n por mejorar, hemos querido con el primer n�mero del a�o 2000 estrenar portada y formato. Pensamos que una mejora est�tica siempre es bien recibida, un cambio de imagen que no queda en lo superficial sino que tambi�n se refleja en el interior y contenido de nuestras p�ginas.
Volver
|