Cuadernos de

Medicina Forense

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Bibliofilia Médicolegal

 


Alfonso Galnares Ysern

Académico Numerario de la Real Academia de Medicina de Sevilla


 

A la obra de Mata le preceden en el tiempo las de Orfila y Vidal, ya traídas a esta Sección, pero es la primera en cuanto a su influjo en la Medicina Legal Española, pues es a partir de ella y de los esfuerzos de su autor desde donde hay que contar en nuestro país la verdadera especialización y la consolidación como materia destacada en la enseñanza universitaria.

 

El texto que comentamos es el de su Sexta Edición, publicada en 1903 en cinco volúmenes, corregida y aumentada, a petición de los herederos del autor por los médicos forenses de Madrid Eduardo Lozano Caparrós y Adriano Alonso Martínez, respectivamente en los tomos dedicados a Medicina Legal y Toxicología, que se llaman a sí mismos refundidores y que tratan la obra con gran respeto, llamándola el primero de ellos Monumento Nacional, Inmortal y la Primera en el Mundo.

 

El libro es de una fácil lectura a pesar de su extensión y de su antigüedad, a lo que contribuye su estilo minucioso y culto, al que adornan las características de ampulosidad, de polémica y de magisterio dogmático propios de la escritura del siglo XIX, de lo que puede servir de ejemplo el que solamente para dar su definición de Medicina Legal, dedique siete páginas a la crítica de las anteriores dadas.

 

Otras características son las constantes citas con el añadido de su personal criterio, desde las Partidas de Alfonso X a lo más actual entonces de la Medicina Francesa. Añade también referencias jurídicas extraordinariamente detalladas y así mismo, en casos procedentes, criticadas.

 

El tomo I consta de una primera parte dedicada a los procedimientos medicolegales en la que incluye lo referente a disposiciones legales, documentos medicolegales y del modo de armonizar los métodos médicos y judiciales y una segunda parte que trata de las cuestiones referentes a las personas en lo que hoy conocemos como Sexología Forense. El tomo II sigue refiriéndose a las personas, primero “de ordinario vivas” como identidad, simulación, servicio de armas y estado mental y luego a las “de ordinario muertas” en la que se extiende con profundidad en la Tanatología. El Tomo III continúa lo anterior con especificaciones en asfixia, agentes externos e infanticidio para terminar con las “cuestiones relativas a las cosas” casi completamente dedicado al estudio de las falsificaciones documentales, en lo que es fácil de ver el primer adelanto de las relaciones luego establecidas entre Medicina Legal y Criminología. Los dos últimos tomos están dedicados a la Toxicología, lógicamente bajo el empirismo y los conocimientos químicos de su época.

 

Un último comentario sobre la amenidad que se reune en muchas páginas del libro debida a los extensos relatos de casos en los que el maestro intervino, lo que a nuestro juicio puede distraer al lector actual en la apreciación de la verdadera enjundia de la Obra  Maestra.

 

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