INTRODUCCIÓN:
Se trata de un varón de treinta y ocho años de edad, con antecedentes de rinofaringitis de repetición de etiología infecciosa. El padre y un hermano menor son alérgicos a la procaína y a ácaros, respectivamente. Resto de los antecedentes patológicos personales y familiares sin interés.
En Junio de 1995, por prescripción de su otorrinolaringólogo y como tratamiento de su patología infecciosa de las vías respiratorias altas, comienza a administrarse una autovacuna elaborada a partir de Klebsiella ozaenae, germen identificado en las muestras microbiológicas de la rinofaringe del paciente. La autovacuna se suministra en dos viales, uno denominado A (que contiene 5 ml y una concentración de gérmenes de 700 millones/ml), y otro denominado B (que contiene la misma cantidad y una concentración de gérmenes de 1.400 millones/ml). La pauta de vacunación recomendada fue la siguiente: administración de una dosis inicial de 0'10 ml del vial A, seguida de una administración semanal de dosis crecientes (0'25, 0'S0, 0'75, 1'0 y 1'0) durante seis semanas. Posteriormente, debía proseguir con la administración del contenido del vial B, dividido en cinco dosis mensuales de 1'0 ml. En el caso que nos ocupa la vacunación se efectuó hasta la administración de la cuarta dosis del vial B. En todas las ocasiones, consecutivamente a la administración de la vacuna, el paciente sufrió una reacción postvacunal, de mayor o menor intensidad y de pocas horas de duración, consistente en malestar general, astenia y fiebre que únicamente precisaron de tratamiento con paracetamol.