Cuadernos de

Medicina Forense

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Cuad Med Forense 1996; 4:67-77


Estudio de la responsabilidad médica.

 


J.A. García Andrade (1)

 

(1) Médico Forense. Madrid.


 

INTRODUCCIÓN

Una de las actividades más específicas del Médico Forense es la pericial, aunque la pericia puede ejercerse también por otros médicos, confiriendo esta función un carácter de gran trascendencia al quehacer médico, ya que es la Medicina una de las pocas actividades humanas que, en contra de lo que se pretende hacer creer, está siempre abierta a la crítica, incluida la del profano, pues todos se consideran con conocimientos para valorar el acto médico, siendo sin duda las críticas y las valoraciones más duras hacia la Medicina las que parten de los propios médicos, cuando éstos actúan como críticos o como peritos, y, precisamente por ello, la Medicina siempre ha estado en permanente evolución y progreso.

 

Lo que ocurre es que los propios actos periciales de valoración médica habían permanecido hasta ahora en el silencio de los hospitales, de los quirófanos y de los congresos, circunstancia que actualmente ha variado no solo por el salto que ha supuesto el paso del chamán, del brujo, del sacerdote, al especialista, sino por la socialización de la Medicina y su consiguiente despersonalización, y por tanto, por la publicidad que se da a los errores médicos, que han llegado incluso no sólo a llenar las páginas de los periódicos y las imágenes de la televisión de noticias de defectuosas mala praxis, sino también las calles de manifestantes contra los médicos. Al fin se han liberado los pacientes del poder médico, de lo que ha supuesto para el enfermo bajarse los pantalones ante el facultativo, o mostrar sus más íntimas interioridades, aunque ello vaya a dar lugar a una dependencia mucho más peligrosa: la Medicina defensiva.

 

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