Cuadernos de

Medicina Forense

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   PRESENTACI�N                                                                                                         Cuad Med Forense 2015;21(1-2):6-11

La importancia de la actuaci�n m�dico-legal en la donaci�n y trasplante de �rganos y tejidos

 


M. Alonso Gil

 

Coordinador Auton�mico de Trasplantes de Andaluc�a. Servicio Andaluz de Salud.


 

El trasplante de �rganos y tejidos constituye hoy d�a una actividad terap�utica perfectamente consolidada, al menos en los pa�ses desarrollados. El �nico factor limitante para satisfacer la importante demanda del n�mero de trasplantes, que crece de manera exponencial a medida que mejoran los resultados de supervivencia, es la escasez de �rganos y tejidos.

La donaci�n-trasplante constituye un cl�sico prototipo de lo que significa el trabajo en equipo. El desarrollo del proceso comienza con la detecci�n del potencial donante, pasa por las distintas fases del mismo y termina con el trasplante de los distintos �rganos y tejidos. Resulta obvio manifestar que todas las actividades tienen que estar perfectamente coordinadas y sincronizadas, y cada profesional o grupo implicado tiene que desarrollar su trabajo de forma precisa y en un corto periodo de tiempo. Son m�s de 100 profesionales sanitarios y no sanitarios los que participan en cada uno de estos procesos. La interrupci�n en cualquiera de sus fases implicar� la p�rdida final del donante, que es decir lo mismo que dejar de salvar varias vidas humanas.

Hay que significar que Espa�a es, de manera ininterrumpida, l�der mundial en donaci�n de �rganos y tejidos desde hace 23 a�os. En lo que respecta a Andaluc�a, a pesar de empezar la era de los trasplantes 14 a�os m�s tarde que en Madrid o Catalu�a, lo que signific� un considerable retraso en el desarrollo de esta compleja actividad asistencial, tiene ya una tasa de donaci�n de �rganos superior a la media espa�ola en los �ltimos 5 a�os de manera consecutiva. Los resultados tanto de Espa�a como de Andaluc�a determinan que nuestras tasas de donaci�n sean el doble que la media de los pa�ses de la Uni�n Europea, por lo que tenemos el doble de posibilidades de un trasplante en el caso de requerirlo.

Y no es fruto del azar que seamos l�deres mundiales de manera continuada en el transcurso de los a�os en una actividad tan compleja. Nada es gratis, y todo requiere un esfuerzo y un trabajo. No obstante, adem�s de lo anterior, es preciso significar que el �xito de lo que se ha venido en llamar en el contexto internacional �el modelo espa�ol� obedece a una serie de singularidades, siendo las m�s importantes las siguientes:

� Una legislaci�n, que empieza con la Ley 30/1979, de 27 de octubre, sobre Extracci�n y Trasplante de �rganos, que resulta adecuada y es similar a la de otros pa�ses occidentales, con una clara definici�n de la muerte encef�lica y en parada cardiorrespiratoria, de las condiciones de extracci�n de �rganos, de la ausencia de motivaci�n econ�mica, etc.

� Una red de coordinadores de trasplante a tres niveles: nacional, auton�mico y hospitalario, siendo quiz�s la figura de este �ltimo una de nuestras se�as de identidad. En su inmensa mayor�a son especialistas en cuidados intensivos y tienen una dedicaci�n laboral parcial en las tareas de coordinaci�n.

�  Los grandes esfuerzos encaminados a la formaci�n continuada, tanto de los coordinadores como de gran parte del personal sanitario y no sanitario, con cursos generales y espec�ficos de cada uno de los pasos del proceso: detecci�n de donantes, aspectos legales, entrevista familiar, aspectos organizativos, gesti�n, comunicaci�n�

� Un exquisito trato con los medios de comunicaci�n con el fin de mejorar el conocimiento de la poblaci�n espa�ola sobre la donaci�n y el trasplante.

� Disponer de un Sistema Nacional de Salud de cobertura universal.

Como hemos dicho con anterioridad, estos excelentes resultados son debidos a la formidable labor de los distintos profesionales y colectivos que intervienen en el proceso de donaci�n-trasplante. Y en este sentido es necesario destacar el impecable trabajo que desarrollan jueces y forenses. La colaboraci�n que siempre han prestado tanto a la Organizaci�n Nacional de Trasplantes como a las distintas coordinaciones auton�micas y hospitalarias de trasplantes ha sido extraordinaria y muy positiva. Y lo digo no s�lo por mi propia experiencia como Coordinador Sectorial de Trasplantes en C�diz en la d�cada de 1990 y despu�s y en la actualidad como Coordinador Auton�mico de Trasplantes de Andaluc�a, sino tambi�n por el reducido n�mero de negativas judiciales que se dan cada a�o tanto en Andaluc�a como en Espa�a. En efecto, en Andaluc�a, en los �ltimos 10 a�os se han producido 11 negativas judiciales, con una media de una negativa por a�o, que representan s�lo un 1,8% de las 624 autorizaciones solicitadas. Aclarar que s�lo el 23% de los donantes de �rganos son casos judiciales, que requieren por lo tanto el preceptivo informe del m�dico forense y la correspondiente autorizaci�n del juez. Las estad�sticas de Andaluc�a son similares a las de Espa�a. As�, en el pasado a�o 2014, se produjeron en Espa�a seis negativas judiciales (de ellas, cuatro en Catalu�a), lo que implica un porcentaje del 1,7% de las 363 autorizaciones solicitadas.

Es m�s que probable que el escaso n�mero de negativas judiciales se deba, al menos en parte, al excelente clima de colaboraci�n que existe desde siempre entre jueces, forenses y coordinadores de trasplantes. Son ya sobradamente conocidas las Jornadas de encuentro entre profesionales de la Administraci�n de Justicia y de la comunidad trasplantadora, que se llevan a cabo de forma anual en Santander desde 1997. Tambi�n en Andaluc�a hemos organizado jornadas de trabajo, casi siempre coincidiendo con la publicaci�n de nuevos decretos y con la finalidad de una mejor puesta en com�n del trabajo de los diferentes colectivos implicados. Y hemos detectado con enorme satisfacci�n la magn�fica acogida de estos cursos o jornadas, donde los ponentes son jueces, forenses y coordinadores, y los oyentes profesionales de los tres colectivos citados. De hecho, el �xito obtenido en una reuni�n con car�cter auton�mico que se llev� a cabo el 27 y 28 de noviembre del pasado a�o en C�rdoba, donde acudi� una representaci�n de los profesionales implicados de cada provincia, propici� que se solicitara la realizaci�n de estas reuniones con car�cter provincial para que el contenido de las mismas pudiera llegar a todos los profesionales que as� lo desearan. De esta forma, ya en el presente a�o as� lo hemos organizado, y ya tuvimos una primera reuni�n el pasado 19 de marzo en Huelva. Como puede verse en las Figuras 3 y 4, donde se recogen los rasgos principales del informe de evaluaci�n que sistem�ticamente realizamos despu�s de cada curso o jornada, el nivel de aceptaci�n es muy elevado. Y no resulta f�cil en algunos casos organizar estos eventos, ya que, hoy d�a, por motivos laborales, es complejo conseguir la disponibilidad de todos los que desean asistir. Y como ya lo sabemos, los pr�ximos cursos los organizaremos durante las tardes de 2 d�as para que haya m�s posibilidades de acudir.

Una vez que han conseguido su plaza por oposici�n y antes de comenzar a trabajar en su primer destino, los jueces disponen de un periodo de formaci�n espec�fica en distintos temas, entre ellos la donaci�n-trasplante. Desconocemos si los m�dicos forenses tienen oportunidades similares. En todo caso, estas jornadas s�lo pretenden conseguir una puesta en com�n y ser complementarias con la formaci�n que se haya podido adquirir al respecto por los medios que sean.

En resumen, como Coordinador Auton�mico de Trasplantes de Andaluc�a, quiero destacar el formidable apoyo y colaboraci�n que recibimos de jueces y forenses en el trabajo diario de posibilitar la donaci�n de �rganos y tejidos. Es de significar que no hay ning�n proceso asistencial que genere m�s vida o m�s a�os de vida ganados que una donaci�n de �rganos. En un 23% de los donantes es preceptivo contar con la autorizaci�n judicial para la extracci�n de �rganos y tejidos. Y aunque el porcentaje de aceptaci�n es alt�simo, habr�a que intentar, si fuera posible, llegar al 100%. O dicho de otra manera, todos los profesionales mencionados en este escrito somos servidores p�blicos y es leg�timo que nos encontremos muy orgullosos de nuestro trabajo. Pero, aunque estemos contentos, no debemos estar satisfechos. Siguen falleciendo todos los a�os entre un 5% y un 10% de pacientes a los que no llega a tiempo el �rgano que esperan. Lo mismo que aspiramos a conseguir el 0% de rechazo en la ciudadan�a a la donaci�n de �rganos, debemos intentar conseguir el 0% de negativas judiciales. Las personas fallecidas que son potenciales donantes est�n hoy d�a muy bien estudiadas desde el punto de vista cl�nico, y los adelantos cient�ficos contribuyen cada vez m�s al conocimiento de la causa de la muerte, factor clave para poder autorizar la extracci�n de �rganos y tejidos. Perder un donante implica dejar de salvar unas cuantas vidas humanas. Me consta que ese es el mismo objetivo y deseo de jueces y forenses, a quienes, en nombre de todos los coordinadores de trasplantes y de los pacientes ya trasplantados, les reitero mi gratitud por su impecable profesionalidad y por su contribuci�n desde su trabajo a salvar vidas humanas.

 

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