Cuadernos de

Medicina Forense

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   NOTA BREVE                                                                                                             Cuad Med Forense 2010; 16(4):195-197

Cursos de Patología Forense en España. Málaga, 24 de septiembre de 2010

 

Courses on Forensic Pathology in Spain. Malaga, September 24th 2010

 


PM. Garamendi1, F. Martín2, J. Lucena3

 

1 Médico Forense. Instituto de Medicina Legal de Huelva.

2 Médico Forense. Instituto de Medicina Legal de Málaga.

3 Jefe de Servicio de Patología Forense. Instituto de Medicina Legal de Sevilla.


En los últimos años, las iniciativas de formación en Patología Forense en España han venido mejorando su calidad de forma progresiva, lo que evidencia el interés creciente de la comunidad dedicada a la patología forense en nuestro país por el perfeccionamiento y la puesta al día en esta materia.

 

Iniciativas pioneras, como el curso de Patología Forense organizado por la UPV-EHU (Dr. Ariel Gutiérrez) y el IML de La Rioja (Dr. Jorge González) en Logroño, celebran este año su IX edición durante los días 4, 5 y 6 de noviembre. Cada nueva edición del mismo pone de manifiesto la excelente salud con la que sigue contando el decano de nuestros cursos de patología forense.

 

Este año el Dr. José Blanco, en el IMELGA, y el Dr. Manuel Salguero, patólogo del Departamento de Sevilla del INTyCF, tuvieron la excelente idea de organizar el primer curso de histopatología forense en nuestro país, y la buena respuesta de los alumnos y la calidad del plan formativo presentado sin duda les animarán a repetir la experiencia con cursos sucesivos y más avanzados en esta materia.

 

Las diferentes jornadas y cursos sobre Patología Forense organizadas por el Servicio de Patología Forense del IML de Sevilla (Dr. Joaquín Lucena), en colaboración con el Departamento de Formación del HU Virgen Macarena de Sevilla, como la reciente sobre “Miocardiopatías Hereditarias y Muerte Súbita Juvenil”, también han sido fiel reflejo de este mismo espíritu de desarrollo científico de nuestra subespecialidad médico-forense.

 

No es casualidad tampoco que en el año 2009 viese la luz la nueva Sociedad Española de Patología Forense (SEPAF) y que desde ella se hayan continuado los pasos ya iniciados en aras del reconocimiento dentro de la comunidad científica de la Patología Forense y la mejora de nuestros fundamentos. Recientemente, a propuesta de la SEPAF, la Association for European Cardiovascular Pathology (AECVP) ha aprobado la realización de su Quinto Congreso Bianual en Cádiz (4, 5 y 6 de octubre de 2012), sumándose así a los diferentes actos de Conmemoración del II Centenario de la Constitución de 1812 (La Pepa).

 

Los cursos organizados por el IAAP sobre Patología Forense, en colaboración con el IML de Málaga, en años anteriores siempre habían dejado a los asistentes el buen sabor de boca de lo que supone un excelente plan de trabajo, con atención no sólo a los aspectos formativos sino también a los aspectos organizativos paralelos. Los compañeros de Málaga siempre habían demostrado una hospitalidad ejemplar que los asistentes agradecían durante el desarrollo de sus cursos.

 

Este año, entre el 21 y el 24 de septiembre, los Dres. Valentín Ramos, José Luís Palomo y José Mª Caba, del IML de Málaga, se animaron una vez más a organizar otro nuevo curso de Patología Forense en su provincia. Quienes alguna vez han tenido la loca idea de organizar un curso de formación saben del esfuerzo personal, de las horas quitadas de la vida privada y de los sinsabores que la preparación de este tipo de actividades conlleva y que sólo puede compensar el placer de ver las expectativas iniciales plasmadas, aunque sea parcialmente, en el desarrollo final y la satisfacción de haber ofrecido generosamente el producto del trabajo y el esfuerzo a sus compañeros.

 

Una vez más, y como ya nos tienen acostumbrados, la organización fue ejemplar. Todos los detalles paralelos a las actividades de formación habían sido preparados y previstos con acierto. La sede de las ponencias, el salón de actos del CIO-Mijas (Málaga), demostró una capacidad sobrada para acoger a los asistentes y sus instalaciones multimedia, con traducción simultánea incluida, funcionaron de forma acorde con las necesidades en cada momento. El único inconveniente, que pudo haber sido la existencia de dos sedes, una para las ponencias y otra para la residencia de una parte de los asistentes en el Hacienda del Sol de Mijas, fue previsto y solventado mediante la posibilidad de traslados en un autobús facilitado por la organización a todos los asistentes. No queremos olvidarnos tampoco de todo el equipo humano que ayudó en la coordinación de todas las actividades, desde la secretaria del IML hasta todos los compañeros del mismo, sin cuya colaboración el éxito del trabajo de los directores del curso hubiese sido imposible.

 

Pero lo más destacado del curso no fue su organización logística, que también lo fue, ya que quedó eclipsada por la enorme calidad del cartel de ponentes que colaboró en estas jornadas. Pocas veces se puede tener la oportunidad de tener en una misma reunión a tantas figuras representativas del buen hacer en la patología forense a nivel internacional. Los ponentes nacionales no por más conocidos en nuestro entorno fueron menos sobresalientes y representativos de aspectos muy diversos relacionados con esta disciplina multidisciplinar en la que confluyen tantos aspectos científicos distintos como es la patología forense. Los Prof. Enrique Villanueva y Aurora Valenzuela aportaron los conocimientos de la Universidad en las áreas de la odontología forense y de la responsabilidad profesional en el campo de la patología forense. La microbióloga Dra. Amparo Fernández, la toxicóloga Dra. Carmen Jurado y la entomóloga Dra. Concha Magaña representaron a esas disciplinas complementarias y fundamentales para el desarrollo integral de la patología forense. El Prof. Angel Carracedo aportó nuevas perspectivas sobre las aplicaciones de la genómica en patología forense, que tuvieron un complemento ideal en las aportaciones del Dr. Ramón Brugada en el análisis de las canalopatías en el campo de la muerte súbita, uno de los caballos de batalla de la patología forense actual.

 

Los ponentes internacionales no fueron a la zaga de los españoles. La Dra. Marta Cohen, patóloga pediátrica del Reino Unido, incidió acertadamente sobre los aspectos más actuales del estudio de la muerte súbita infantil desde la perspectiva de la patología forense. El Dr. Peter Vanezis, una de las figuras más destacadas de la patología forense en el Reino Unido, disertó de forma magistralmente concreta sobre un aspecto tan complejo de la práctica cotidiana como es la práctica de la autopsia del cuello en casos de asfixia mecánica. El Dr. James Gill, de la Oficina del Chief Medical Examiner de New York, tocó un tema controvertido, como es el de la muerte por delirio excitado, aportando en su presentación un punto de vista muy original e integrador sobre las tesis que afirman la existencia de esta entidad nosológica. El Dr. Antti Sajantila, de la Universidad de Helsinki, reputado investigador de la muerte por sumersión, presentó una puesta al día perfectamente actualizada sobre los aspectos epidemiológicos y fisiopatológicos de la misma y su entronque con la práctica cotidiana en patología forense. El Prof. Hans Peter Hougen, de la Universidad de Copenhagen, apuntó de forma precisa dos de los aspectos más complejos en la actualidad de la práctica médico-forense: las diferencias organizativas de la patología forense en los distintos países europeos que demandan un consenso internacional y el reto de futuro que subyace detrás de la implantación de sistemas de control de calidad en los servicios de patología forense. Finalmente, el Dr. David Ramsay, reconocido neuropatólogo forense canadiense, realizó una presentación ejemplar sobre la perspectiva del estudio neuropatológico en las muertes asociadas con traumatismo craneal con cambios estructurales mínimos, quizás una de las cuestiones más controvertidas y complejas en la práctica forense.

 

El cartel de ponentes se cerró con la participación del Dr. Carlos Arregui, ingeniero y colaborador del Departamento de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra. Igual que en sus participaciones anteriores en los cursos de biomecánica del impacto organizados por su departamento universitario y el IML de Navarra, sus aportaciones desde la física teórica y desde su experiencia como ingeniero de automoción dedicado a los sistemas de protección aportaron un punto de vista radicalmente nuevo y fresco a nuestra perspectiva, como médicos, de la biomecánica de los accidentes de tráfico.

 

Finalmente, un último acierto de la organización fue el incluir una sesión de pósteres abierta a la participación de todos los asistentes y en la que sin duda la elección de los mejores trabajos debió ser difícil para el tribunal calificador ante la calidad y el interés de todos los pósteres presentados.

 

Sólo cabe esperar que pese a las dificultades que sin duda han tenido que superar para culminar este curso, les queden ánimos suficientes para repetir la experiencia si no superándola, cosa difícil dado el alto nivel científico de esta edición, sí al menos igualando las expectativas sembradas entre los asistentes a este último curso.

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