Cuadernos de

Medicina Forense

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COMENTARIO DE LIBROS

 


MANUAL PRÁCTICO DE LA PRUEBA PERICIAL MÉDICA.- Martínez Martínez, MF., García-Blázquez Pérez, M. y García Blázquez, M.- Editorial Comares.- 341 págs.- Granada. 2000.

 

Este Manual cumple perfectamente su objetivo de presentación editorial de ser un libro eminentemente práctico, donde pueden encontrarse informaciones que no figuran en tratados más extensos de Medicina Legal, precisamente por el enfoque dado más a cuestiones de procedimiento que a la base de los conocimientos, lo que constituye su originalidad y de lo que se deriva su utilidad.


La colaboración de dos letrados con el Dr. García Blázquez ha dado como resultado fundamental la separación de los dos primeros capítulos, sobre regulación de la prueba pericial en el Derecho Español y sobre generalidades de la prueba pericial médica, del resto de los capítulos eminentemente médicos, aunque con las connotaciones jurídicas procedentes.


Creemos que se ha conseguido superar la dificultad que siempre supone, conjuntar en sus debidas proporciones, lo jurídico y lo médico, así como lo teórico con lo práctico.


Los siete últimos capítulos, están planteados de diversa manera, por lo que nos parece que cada uno merece un comentario especial. La prueba pericial psiquiátrica está cuidadosamente tratada e inspirada en la obra clásica de Ruiz Maya, deteniéndose en las diversas jurisdicciones y pronunciándose con acierto sobre el delicado punto de los distintos profesionales cualificados y detallando procedimientos con gran rigor, aunque según nuestro criterio con el discutible rechazo al DMS como instrumento pericial. En accidentes de circulación, describe lo más importante de la interpretación de las tablas del anexo de la Ley 30/95 y sobre alcoholemia da una relación de etilómetros con consideraciones prácticas difíciles de encontrar reunidas en un solo texto. Un capítulo importante y que no podía faltar es el dedicado a denuncias contra médicos, donde expone opiniones muy acertadas sobre temas tan candentes como el corporativismo.


Sobre lesiones, en el que se incluyen agresiones sexuales y un tema tan extenso como la práctica de la autopsia, el principal mérito está en su resumen. La pericia en materia laboral está también incluida, como corresponde a la cada vez mayor intervención médico-forense. Se ha abierto un capítulo de peritación en materia ambiental, lo que supone una gran visión de futuro, considerando un acierto incluir aquí la patología por el ruido, tradicionalmente enfermedad profesional, pero cada vez con mayor producción extralaboral.


Al final se trata de las pericias de uso más restringido o de menor problemática, como Derecho Matrimonial, reproducción asistida y eutanasia.


Volvemos a insistir en la utilidad del libro, tanto para el que ya tiene una reconocida práctica, como para el que se está iniciando en el trabajo médico-pericial.

 

Dragy

 

 

 

 

THE HOSPITAL AUTOPSY.- Burton, J. and Rutty, G.- Arnold.- 2nd Edition.- 186 págs. London.- 2001.

 

Por seguir siendo la autopsia lo más esencial de la Medicina Legal, es útil cualquier libro sobre este tema, aunque sea, como este, de lo que aquí denominamos Autopsia Clínica. Pero este tratado tiene, además, un interés especial, por dedicar un capítulo -Autopsias y Ley- al sistema británico de investigación de la muerte bajo la tutela legal del "HM Coroner" y por extenderse en otro -Clinical audit- sobre el análisis por la autopsia de la asistencia médica, con aportaciones de interés sobre mortalidad intraoperatoria, discrepancias clinicotanatológicas y clasificación del error médico, capítulo en el que también indica pautas del control de calidad de las propias autopsias, señalando su dificultad por su carácter destructivo.


El escaso número de páginas se compensa con lo didáctico del estilo de los textos y con la iconografía (en blanco y negro) que aunque no es de una calidad sobresaliente, es muy ilustrativa. Pero esta limitación de volumen hay que saber verla, como que el libro no es un tratado exhaustivo, sino una actualización en la materia. Esto explica que solamente en ocho de los dieciocho capítulos, quepan las técnicas de Letulle, Goñi, Virchow y Rokitanski y que se pase con rapidez sobre la descripción de los cortes viscerales, mientras que se dedican capítulos especiales de mayor extensión a la autopsia maternal y perinatal, a la microbiología del cadáver y a la investigación de la muerte por posible anafilaxia.


En la misma línea está el que haya capítulos sobre historia y futuro de la autopsia, demostrativos de que se escribe actualizando. También el que se trate la seguridad biológica del prosector, la construcción y diseño de las salas de autopsia y los procedimientos de reconstrucción del cadáver.


A cada uno de los apartados rara vez se le dedica más de una página y no es infrecuente el que figuren más de dos en la misma, por lo que es cómoda la lectura y más todavía en encuentro de lo buscado que aparece tratado con gran concisión.


Lo que extraña es que en esta actualización no se incluyan como alternativas a la autopsia convencional, las nuevas y prometedoras técnicas no invasivas ó parcialmente invasivas. La autopsia ecográfica (mal llamada ecoautopsia), ni siquiera se menciona y las autopsias por biopsia o por laparoscopia ocupan poco más de media página sin ningún comentario crítico.


En contra de la norma habitual, aquí los apéndices no figuran al final del libro, sino intercalados tras los capítulos a los que sirven de ampliación. Tres son los apéndices: sobre las reglas internacionales para la armonización de autopsias, sobre disponibilidad de órganos postmortem y sobre la autopsia de niños de una semana a dos años.

 

Dragy

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