Cuadernos de

Medicina Forense

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EDITORIAL

 


 

La Medicina Legal y Forense, ese oscuro objeto del deseo. Es frecuente que entre las especialidades m�dicas exista un solapamiento de sus actividades, motivado porque una misma situaci�n m�dica pueda ser abordada por dos especialidades diferentes, con sus puntos de vista peculiares del problema, dos especialidades que tienen competencias y pueden aportar soluciones cient�ficamente aceptadas. Pero en Medicina Legal y Forense, hablar en t�rminos de "especialidad m�dica" exige la delimitaci�n del campo profesional que comprende, ya que es patente la escasa definici�n de las lindes con otras actividades m�dicas o de otras ciencias forense y, como vecinos mal avenidos, surgen conflictos sobre la "propiedad" de las zonas lim�trofes al no estar bien se�alas por su leg�timo y antiguo due�o. Tal situaci�n se nos muestra a todos los niveles, desde el pr�ctico al docente: tanto otras especialidades m�dicas se adentran en el terreno "asistencial" legal y forense, como otras �reas m�dicas de conocimiento reclaman para s� a efectos docentes materias propias de nuestra especialidad.

 

En ocasiones, desde dentro, se experimenta la sensaci�n de que la Medicina Legal y Forense es "ese oscuro objeto del deseo" de otras especialidades o �reas m�dicas que, como pa�ses en expansi�n, tienen puestos los ojos en las riquezas del vecino, a sabiendas de que, carentes de una persoanlidad definida,  no puede defenderse de lo que para otras especialidades, lejos del simple solapamiento de competencias, ser�a una ingerencia e incluso una situaci�n de intrusismo. Un enfoque de este problema se plantea en el art�culo titulado Una alerta en �frica, que presentamos en este n�mero, en relaci�n con la investigaci�n de las grandes cat�strofes y las actividades de investigaci�n a cargo de los cuerpos de seguridad del estado.

 

Son muchas las situaciones conflictivas en relaci�n y ser�a muy largo mencionarlas en estas breves palabras, as� como analizar las causas que han dado lugar a este fen�meno, pero no quiero dejar de insistir, siguiendo el s�mil geopol�tico, en que la defensa de las fronteras de un pa�s corresponde a los propios habitantes. Si los propios profesionales de la Medicina Legal y Forense opinan que la psiquiatr�a (m�s exactamente las implicaciones de los procesos: responsabilidad, imputabilidad, capacidad....) es de los psiquiatras, los diagn�sticos tanatol�gicos definitivos del anatomopat�logo, la investigaci�n criminal�stica de la polic�a cient�fica y as� sucesivamente, estamos vaciando de contenido nuestra propia especialidad y corremos el riesgo de indefinici�n y p�rdida de personalidad, con la consecuente p�rdidad de competencias.

 

Una vez m�s, se vislumbran respuestas al problema planteado a trav�s de la estructuraci�n en centros que agrupen servicios y secciones, que concreten la especializaci�n y superespecializaci�n que el ejercicio profesional necesita. Pero si existen problemas de definici�n y competencias en la especializaci�n, de la superespecializaci�n... hablaremos otro d�a.

 

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� 2010  Cuadernos de Medicina Forense

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