Cuad Med Forense 1998; 14:4-20

La valoración del perjuicio estético.

III JORNADAS ANDALUZAS SOBRE VALORACIÓN DEL DAÑO CORPORAL

Sevilla, Marzo 1998

J. Alonso Santos (1)

(1) Jefe de los Servicios Médicos de Mapfre Mutualidad.

INTRODUCCIÓN

Dentro del mundo de la Responsabilidad Civil y de forma más acusada en la década de los años 90, el daño estético está adquiriendo una importancia inusitada y de alguna forma podríamos decir que hasta desmesurada.

Evidentemente partimos de la base de que el aspecto físico tiene su importancia y que de alguna forma, cualquier alteración del mismo debe ser reparada. Para poder hacerlo es importante conocer, en primer lugar, cual es la forma de medir ese daño y en segundo lugar su cuantificación o valoración.

Podríamos definir el daño estético como "Toda irregularidad física o alteración corporal externa, visible y permanente que suponga fealdad ostensible a simple vista". A estas características se le debe sumar una de vital importancia desde mi punto de vista, y es la de que así lo debe sentir el afectado, cuyo sentimiento de afectación será la base del daño y por lo tanto del perjuicio.

En cuanto a su "Evolución Histórica", hubo una tendencia generalizada a considerarlo como daño moral hasta el año 1945. Con el paso del tiempo se ha ido transformando hacia algo más terreno y palpable, hasta llegar a considerarse como un perjuicio material principalmente por dos motivos: porque podía afectar a la profesión y porque podía ser susceptible de cirugía reparadora.

En la actualidad el daño estético tiene identidad propia "per se". Vivimos en un mundo dominado por la estética la cual no solo es indispensable en el trabajo sino también en cualquier momento de nuestra vida social.

Hemos pasado de una época en la que casi no tenía importancia a otra en la que lo estético no solo está sobrevalorado sino que se considera indispensable para salir a la calle.

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