EDITORIAL

La actividad m�dicoforense se ve afectada, en ocasiones zarandeada, por diferentes sucesos de la vida social con repercusi�n social y judicial. Una de estas situaciones ha sido el reciente desastre ecol�gico de Aznalc�llar donde, por rotura del dique de contenci�n, se vertieron toneladas de residuos t�xicos procedentes de la miner�a, principalmente metales pesados, a los campos adyacentes, con la extensi�n del problema a distancia por afectaci�n de cuencas fluviales y aguas subterr�neas.

Tales situaciones provocan una sobrecarga en la actividad forense por cuanto aparecen reclamaciones de indemnizaciones, subvenciones y otras formas de resarcimiento del perjuicio que, ya sea por trabajar en labores de limpieza, por vivir en las cercan�as del lugar siniestrado, por sentirse afectado, contaminado o por otra circunstancia que se relacione, la Medicina Legal y Forense es la encargada de peritar ante la posibilidad de relacionarse con la toxicidad de los vertidos.

Aparte de la sobrecarga cuantitativa de trabajo (se ha nombrado un juez especial para el caso, pero no un forense) est� la cualitativa: diagnosticar los verdaderos afectados de patolog�as y secuelas que en ocasiones no est�n descritas en la literatura m�dica. Frecuentemente surge la duda de si "tendr� esto que ver con..." La idea del m�dico forense en el juzgado, solo, con un malet�n en el mejor de los casos, frente a esta situaci�n o cualquier otra que puede llegar a ser a�n m�s compleja, evoca a la medicina rural de principios de siglo y no a la medicina de equipo de los tiempos actuales. No es necesario exponer, por suficientemente demostradas en Medicina, las ventajas de trabajar en grupo sobre un caso complejo, ya sea sobre temas de tanatolog�a, valoraci�n del da�o, responsabilidad, psiquiatr�a, maltrato infantil, toxicolog�a o cualquier otro de los aspectos legales de la medicina en su relaci�n con la justicia.

La idea de una Medicina Legal y Forense eficaz debe pasar por la idea de la medicina de equipo. No hay otra forma. El aislamiento en la medicina forense s�lo conduce a enquistar los errores y a la incapacidad de abarcar los problemas que la sociedad plantea cada vez m�s complejos. Las sesiones cl�nicas, la puesta al d�a bibliogr�fica, la aplicaci�n de protocolos validados, las bases de datos, etc, son los medios de que la ciencia m�dica actual se vale para su propio reconocimiento, s�lo as� podremos estar seguros de lo que hacemos y de lo que decimos.

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